





Frida Kahlo
Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón (1907-1954), nació el 6 de julio de 1907 en una casa ubicada en las esquinas de las calles de Londres y Allende en Coyoacán, Ciudad de México, “La Casa Azul”, mismo lugar donde murió Frida en 1954.
Frida fue una gran mujer representante de la cultura y pueblo de México en el mundo. Su vida se desarrolló durante un período de tiempo importante para la historia de México, donde después de la reciente Revolución, la lucha por conseguir el cambio social en el país comenzaba a tomar fuerza. Frida mostró la gran fuerza de su personalidad desde que tenía seis años, al enfrentarse a la poliomielitis y continuó mostrando esa fuerza durante toda su vida.
En 1922, Frida entra a la ENP en la primera generación de mujeres para estudiar medicina, ya que la artista mostraba gran interés en la medicina y anatomía. Fue en ese lugar donde conoció a Alejandro Gómez Arias, su primer amor, a quién dedicó Frida su primer autorretrato y con quien viajaba en 1925 en el camión que se impactó contra un tranvía. Este accidente le provocó serias lesiones permanentes a la pintora, su columna vertebral quedó fracturada, al igual que varias costillas, el cuello y la pelvis, su pie derecho se dislocó, su hombro se descoyuntó y un pasamanos le atravesó el vientre. Debido a esto, a lo largo de su vida tuvo que someterse a 32 operaciones quirúrgicas, tuvo que usar corsés y mecanismos de estiramiento.
Durante el tiempo que Frida estuvo inmóvil por su accidente, empezó a pintar con las acuarelas de su papá, Guillermo Kahlo y su mamá, Matilde Calderón, colocó un espejo en el techo de la cama de la artista para que pudiera autorretratarse, en este tiempo Frida descubrió su pasión por la pintura.
Dos años después de su accidente, cuando Frida había recobrado su movilidad, fue a enseñarle tres de sus obras al muralista mexicano Diego Rivera, que pintaba un mural en la SEP. Rivera notó el talento de Frida, la impulsó a seguir el camino del arte, empezaron a conocerse y después de un tiempo de casaron el 21 de Agosto de 1929.
La pareja se convirtió en un ícono alrededor del mundo y Frida poco a poco fue adquiriendo brillo propio basado en su trabajo, personalidad y autenticidad que rompía con todo.
Frida sufrió un aborto en 1930 y nunca pudo ser madre en gran parte debido al accidente que sufrió en 1925, algo que para Frida representó un gran dolor a lo largo de su vida y que lo expresa en muchas de sus obras.
Otro aspecto importante en la vida de Frida fue su preocupación política, ella se unió al Partido Comunista al que pertenecía Diego en 1929 y salió cuando Diego también dejó el partido, para en 1948 unirse nuevamente por su fe en al revolución y mejoras sociales. La artista estaba comprometida con el Partido Comunista, organizaba reuniones y asistía a los eventos del partido, cuando la Guerra Civil estalló en España, junto con otras mujeres fundo un comité de solidaridad para ayudar a los Republicanos españoles. En algunas obras destaca sus preferencias políticas como en “El Marxismo dará salud a los enfermos” y en sus alumnos, conocidos como “Los Fridos”, inculcó un fuerte sentido nacionalista y una postura política de izquierda, sugiriéndoles que leyeran sobre las personas de las que Frida sentía mayor admiración como Marx, Engels, Lenin, Mao y Stalin.
Frida sufrió muchas infidelidades por parte de Diego, incluso llegó a engañar a la artista con su hermana Cristina. Esto sumado a otros problemas ocasionó que la pintora se divorciara de Diego Rivera, aunque tiempo después volverían a casarse. Frida también tuvo romances con otros hombres como el político ruso Leon Trotsky y el fotógrafo Nickolas Murray. Frida también tenía importantes amigos como Pablo Neruda y Pablo Picasso.
En 1953 tuvieron que amputarle a la pintora la pierna derecha, porque tenía gangrena, le construyeron una pierna artificial, pero la artista se sumió en una gran depresión a tal grado que llegó a tener pensamientos suicidas. Finalmente, Frida muere de neumonía en la Casa Azul el 13 de julio de 1954, dejando un legado que vivirá por siempre.
Tres obras de Frida en las quise concentra fueron Mi vestido cuela allí, Unos cuantos piquetitos y Moisés.
Mi vestido cuelga allí (1933), refleja una Frida desesperada por querer regresar a México, después de vivir tres años en Estados Unidos. Sin embargo, Diego estaba fascinado con ese país y no quería irse, lo que provocó conflictos entre Frida y Diego, de esos conflictos surge este cuadro, el único collage de la artista que retrata irónicamente el capitalismo americano. El cuadro está lleno de símbolos de una sociedad industrial moderna, representando degeneración de la sociedad y destrucción de valores humanos. En esta pintura, Frida se opone a Diego, que aprobó el progreso industrial en un mural del Rockefeller Center.
Aparentemente, lo que falta en el cuadro es Frida, pero al poner su vestido de tehuana colgado vacío en medio del caos que se ve en el fondo, podría decirse que Frida quería expresar que podía estar en Estados Unidos, pero únicamente su vestido colgaba allí, porque su vida entera estaba en México. Frida empezó este cuadro cuando aún estaba en Nueva York y lo acabó después de que Diego y ella regresaran a México.
Unos cuantos piquetitos (1935), es un cuadro inspirado en una noticia que escuchó Frida, sobre el asesinato de una mujer a manos de su novio, que borracho, apuñaló a su víctima veinte veces. Al declarar ante el juez, en su defensa argumentó que sólo le había dado “unos cuantos piquetitos”a su víctima.
Frida quedó impactada ante esta noticia y decide hacer un cuadro para expresar su inconformidad ante la situación. La artista roció todo el cuadro, simulando la sangre de la mujer asesinada, como si se tratara de una cámara situada en un ángulo de la habitación que recogiera, además de la imagen del asesinato, salpicaduras; también salpica de sangre el marco de la obra, sobrepasando los límites de la pintura contemporánea. La transición de la ficción a la realidad radica en una huella de sangre.
Se dice que las palomas representan el amor, que irónicamente cargan el título de la obra, una es blanca y la otra negra, para reflejar las partes oscuras y luminosas del amor. El amarillo del suelo para Frida representa la locura, enfermedad y temor.
Moisés (1945), este cuadro también se conoce como “El Núcleo de la creación”, Frida se refería a él como “El Nacimiento del Héroe”. La obra fue encargada a Frida por Don José Domingo Lavin, quién regaló a la pintora el libro de Sigmund Freud "Moisés, el hombre y la religión monoteísta" y entonces, pintara su interpretación de lo que había leído.
Esta pintura fue hecha como un mural en miniatura, donde la figura central es el bebé abandonado, Moisés, que se parece mucho a Diego y lleva, como Diego en otros retratos, el tercer ojo de la sabiduría en su frente. El nacimiento se representa debajo de un sol, proveedor de vida, que representa el centro de todas las religiones y el primer Dios, escoltado por dioses, héroes, humanidad y las manos de la muerte que lo abrazan todo. El nacimiento de Moisés también representa el nacimiento de todos los héroes. Las ramas nuevas con hojas que brotan de los troncos de árbol muertos, representan el ciclo de la vida y la muerte.
Frida pintó el cuadro con la impresión que tuvo de la primera vez que leyó este libro de Freud y ganó el segundo premio en la exhibición de arte anual en el Palacio de Bellas Artes in México con este trabajo. Moisés, contiene varios referentes históricos de clara intencionalidad política, como Marx, Gandhi, Trotsky, un faraón y Buda, Freud, que se encuentran en el plano inferior y representan a las personalidades históricas asociadas a ideales revolucionarios. En el otro extremo, aparecen otros personajes históricos como Julio César, Napoleón, Lutero, bajo un sabio hindú con su típico tercer ojo y Cristo con su corona de espinas. En general, Frida quería representar a los principales transformadores de las religiones, inventores y pensadores que han cambiado el mundo moderno, así como dioses, héroes y antihéroes. Entre otras cosas que se representan, se encuentran las cuatro razas de la humanidad, representadas en la esquina inferior izquierda, “el hombre constructor” acompañado de su antepasado, el mono que muestra el proceso evolutivo del hombre. Abajo, aparecen las masas en las guerras de la historia. Grandes dedos representan la tierra, que abre sus manos para recibir y proteger, la lluvia blanca y goterones que secreta el útero pueden referirse al maná bíblico o a la fertilidad femenina, enredado en raíces hay un caracol que arroja líquido en una concha representando el amor.
En el plano superior, a ambos lados del sol, aparecen imágenes de deidades paganas y cristianas. Lo celeste se diferencia del mundo humano por el límite de la muerte señalado por dos esqueletos. La composición de la imagen, con un plano celeste y otro terrestre, y el centro como zona de concentrada claridad que fluye entre la dimensión celeste y humana, hacen recordar a la composición de la imagen barroca, y filiación bizantina de “El entierro del Conde de Orgaz” del Greco.
Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón (1907-1954), nació el 6 de julio de 1907 en una casa ubicada en las esquinas de las calles de Londres y Allende en Coyoacán, Ciudad de México, “La Casa Azul”, mismo lugar donde murió Frida en 1954.
Frida fue una gran mujer representante de la cultura y pueblo de México en el mundo. Su vida se desarrolló durante un período de tiempo importante para la historia de México, donde después de la reciente Revolución, la lucha por conseguir el cambio social en el país comenzaba a tomar fuerza. Frida mostró la gran fuerza de su personalidad desde que tenía seis años, al enfrentarse a la poliomielitis y continuó mostrando esa fuerza durante toda su vida.
En 1922, Frida entra a la ENP en la primera generación de mujeres para estudiar medicina, ya que la artista mostraba gran interés en la medicina y anatomía. Fue en ese lugar donde conoció a Alejandro Gómez Arias, su primer amor, a quién dedicó Frida su primer autorretrato y con quien viajaba en 1925 en el camión que se impactó contra un tranvía. Este accidente le provocó serias lesiones permanentes a la pintora, su columna vertebral quedó fracturada, al igual que varias costillas, el cuello y la pelvis, su pie derecho se dislocó, su hombro se descoyuntó y un pasamanos le atravesó el vientre. Debido a esto, a lo largo de su vida tuvo que someterse a 32 operaciones quirúrgicas, tuvo que usar corsés y mecanismos de estiramiento.
Durante el tiempo que Frida estuvo inmóvil por su accidente, empezó a pintar con las acuarelas de su papá, Guillermo Kahlo y su mamá, Matilde Calderón, colocó un espejo en el techo de la cama de la artista para que pudiera autorretratarse, en este tiempo Frida descubrió su pasión por la pintura.
Dos años después de su accidente, cuando Frida había recobrado su movilidad, fue a enseñarle tres de sus obras al muralista mexicano Diego Rivera, que pintaba un mural en la SEP. Rivera notó el talento de Frida, la impulsó a seguir el camino del arte, empezaron a conocerse y después de un tiempo de casaron el 21 de Agosto de 1929.
La pareja se convirtió en un ícono alrededor del mundo y Frida poco a poco fue adquiriendo brillo propio basado en su trabajo, personalidad y autenticidad que rompía con todo.
Frida sufrió un aborto en 1930 y nunca pudo ser madre en gran parte debido al accidente que sufrió en 1925, algo que para Frida representó un gran dolor a lo largo de su vida y que lo expresa en muchas de sus obras.
Otro aspecto importante en la vida de Frida fue su preocupación política, ella se unió al Partido Comunista al que pertenecía Diego en 1929 y salió cuando Diego también dejó el partido, para en 1948 unirse nuevamente por su fe en al revolución y mejoras sociales. La artista estaba comprometida con el Partido Comunista, organizaba reuniones y asistía a los eventos del partido, cuando la Guerra Civil estalló en España, junto con otras mujeres fundo un comité de solidaridad para ayudar a los Republicanos españoles. En algunas obras destaca sus preferencias políticas como en “El Marxismo dará salud a los enfermos” y en sus alumnos, conocidos como “Los Fridos”, inculcó un fuerte sentido nacionalista y una postura política de izquierda, sugiriéndoles que leyeran sobre las personas de las que Frida sentía mayor admiración como Marx, Engels, Lenin, Mao y Stalin.
Frida sufrió muchas infidelidades por parte de Diego, incluso llegó a engañar a la artista con su hermana Cristina. Esto sumado a otros problemas ocasionó que la pintora se divorciara de Diego Rivera, aunque tiempo después volverían a casarse. Frida también tuvo romances con otros hombres como el político ruso Leon Trotsky y el fotógrafo Nickolas Murray. Frida también tenía importantes amigos como Pablo Neruda y Pablo Picasso.
En 1953 tuvieron que amputarle a la pintora la pierna derecha, porque tenía gangrena, le construyeron una pierna artificial, pero la artista se sumió en una gran depresión a tal grado que llegó a tener pensamientos suicidas. Finalmente, Frida muere de neumonía en la Casa Azul el 13 de julio de 1954, dejando un legado que vivirá por siempre.
Tres obras de Frida en las quise concentra fueron Mi vestido cuela allí, Unos cuantos piquetitos y Moisés.
Mi vestido cuelga allí (1933), refleja una Frida desesperada por querer regresar a México, después de vivir tres años en Estados Unidos. Sin embargo, Diego estaba fascinado con ese país y no quería irse, lo que provocó conflictos entre Frida y Diego, de esos conflictos surge este cuadro, el único collage de la artista que retrata irónicamente el capitalismo americano. El cuadro está lleno de símbolos de una sociedad industrial moderna, representando degeneración de la sociedad y destrucción de valores humanos. En esta pintura, Frida se opone a Diego, que aprobó el progreso industrial en un mural del Rockefeller Center.
Aparentemente, lo que falta en el cuadro es Frida, pero al poner su vestido de tehuana colgado vacío en medio del caos que se ve en el fondo, podría decirse que Frida quería expresar que podía estar en Estados Unidos, pero únicamente su vestido colgaba allí, porque su vida entera estaba en México. Frida empezó este cuadro cuando aún estaba en Nueva York y lo acabó después de que Diego y ella regresaran a México.
Unos cuantos piquetitos (1935), es un cuadro inspirado en una noticia que escuchó Frida, sobre el asesinato de una mujer a manos de su novio, que borracho, apuñaló a su víctima veinte veces. Al declarar ante el juez, en su defensa argumentó que sólo le había dado “unos cuantos piquetitos”a su víctima.
Frida quedó impactada ante esta noticia y decide hacer un cuadro para expresar su inconformidad ante la situación. La artista roció todo el cuadro, simulando la sangre de la mujer asesinada, como si se tratara de una cámara situada en un ángulo de la habitación que recogiera, además de la imagen del asesinato, salpicaduras; también salpica de sangre el marco de la obra, sobrepasando los límites de la pintura contemporánea. La transición de la ficción a la realidad radica en una huella de sangre.
Se dice que las palomas representan el amor, que irónicamente cargan el título de la obra, una es blanca y la otra negra, para reflejar las partes oscuras y luminosas del amor. El amarillo del suelo para Frida representa la locura, enfermedad y temor.
Moisés (1945), este cuadro también se conoce como “El Núcleo de la creación”, Frida se refería a él como “El Nacimiento del Héroe”. La obra fue encargada a Frida por Don José Domingo Lavin, quién regaló a la pintora el libro de Sigmund Freud "Moisés, el hombre y la religión monoteísta" y entonces, pintara su interpretación de lo que había leído.
Esta pintura fue hecha como un mural en miniatura, donde la figura central es el bebé abandonado, Moisés, que se parece mucho a Diego y lleva, como Diego en otros retratos, el tercer ojo de la sabiduría en su frente. El nacimiento se representa debajo de un sol, proveedor de vida, que representa el centro de todas las religiones y el primer Dios, escoltado por dioses, héroes, humanidad y las manos de la muerte que lo abrazan todo. El nacimiento de Moisés también representa el nacimiento de todos los héroes. Las ramas nuevas con hojas que brotan de los troncos de árbol muertos, representan el ciclo de la vida y la muerte.
Frida pintó el cuadro con la impresión que tuvo de la primera vez que leyó este libro de Freud y ganó el segundo premio en la exhibición de arte anual en el Palacio de Bellas Artes in México con este trabajo. Moisés, contiene varios referentes históricos de clara intencionalidad política, como Marx, Gandhi, Trotsky, un faraón y Buda, Freud, que se encuentran en el plano inferior y representan a las personalidades históricas asociadas a ideales revolucionarios. En el otro extremo, aparecen otros personajes históricos como Julio César, Napoleón, Lutero, bajo un sabio hindú con su típico tercer ojo y Cristo con su corona de espinas. En general, Frida quería representar a los principales transformadores de las religiones, inventores y pensadores que han cambiado el mundo moderno, así como dioses, héroes y antihéroes. Entre otras cosas que se representan, se encuentran las cuatro razas de la humanidad, representadas en la esquina inferior izquierda, “el hombre constructor” acompañado de su antepasado, el mono que muestra el proceso evolutivo del hombre. Abajo, aparecen las masas en las guerras de la historia. Grandes dedos representan la tierra, que abre sus manos para recibir y proteger, la lluvia blanca y goterones que secreta el útero pueden referirse al maná bíblico o a la fertilidad femenina, enredado en raíces hay un caracol que arroja líquido en una concha representando el amor.
En el plano superior, a ambos lados del sol, aparecen imágenes de deidades paganas y cristianas. Lo celeste se diferencia del mundo humano por el límite de la muerte señalado por dos esqueletos. La composición de la imagen, con un plano celeste y otro terrestre, y el centro como zona de concentrada claridad que fluye entre la dimensión celeste y humana, hacen recordar a la composición de la imagen barroca, y filiación bizantina de “El entierro del Conde de Orgaz” del Greco.
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